Atelier de ideas, donde el residuo es “oro puro”.

Primer Post

Josita trabajando feliz 😉

Comienzo con humildad escribiendo. Después de diversas transformaciones personales a mi llegada a Chile hace ya 2 años y medio, me encuentro preparada para retomar éste bello proyecto creativo. Un tiempo que no fue en vano, me hizo estudiar y analizar de que manera prestar un servicio mas efectivo en relación al consumo responsable de ropa y adaptarlo a la sociedad chilena. Santiago es un mercado complejo ya que hay poca conciencia medioambiental (en relación a Barcelona donde viví) y menos aun, “hechos” concretos de reciclar o hacerte cargo de lo que vistes.

En lo referente al a gestión de residuos textiles, la administración publica (ministerio de medioambiente) no entrega cifras de cuanto residuo generamos ni tampoco poseen mapas de información o procesos para su gestión. La escena actual frente al textil residual esta siendo gestionada en parte por recicladores independientes, recolectores sencillos que lo reúnen y venden a terceros (para producir paños de limpieza por ejemplo) y organizaciones sociales que recolectan ropa para donación a personas de escasos recursos. Eso si, es alentador ver que cada día nacen más proyectos de emprendimiento social donde se transforma la materia residual en piezas de arte o producto con sello ecológico introduciendo en algunos casos grupos en riesgo por medio de la inserción social.

Importante comentar que Chile posee un gran mercado de segunda mano (ropa americana) que actualmente esta en caida con la entrada de tiendas de ropa china.

Personalmente me vestí toda mi adolescencia y hasta hoy (ya que soy fan de la ropa vintage) en tiendas de ropa usada llamadas comúnmente “ropa americana”. Desde aqui mi madre nos traspazo el vicio del cachureo, coleccionando sombreros para decorar el salón de casa. Mi hermanita linda y yo teníamos un closet variado de vestidos de fiesta bien finos, de los que ya no se ven y para cada invitación estrenabamos un modelito diferente por un precio ridículo.

Pues a mi sorpresa hoy a cambiado este panorama. Como palomas han llegado las tiendas chinas con una oferta enorme y las “ropas americanas” han ido cerrando sus puertas. A mi todavía me dura ropa de aquel entonces, telas nobles, con hisotria y de calidad…snif.

Supongo que quienes me leen sabrán la realidad de la industria del retail y como se produce en Asia por ejemplo cada prenda que llevamos puesta. Para él que no sepa: Adultos y niños confeccionan tu ropa por muy poco de dinero y en precarias condiciones de trabajo. Seguro te preguntas porque es tan barato comprar en Patronato (barrio tradicional de Santiago con oferta textil mayorista).

Es por ello que impulsar el diseño de autor y producción nacional es clave para incentivar el cambio de esta realidad y soy conciente que a veces el coste de estas piezas es elevando por su laborioso trabajo convirtiéndose en un nicho exclusivo para pocos, no obstante hoy hay mas oferta emergente para todos, es cosa de informarse…de querer.

Es momento de asumir la responsabilidad en nuestro consumo. Mi propósito es dar una solucion integral por medio de una oferta inteligente.

Así nace: The Ropantic Show.